Te invito a que hagas un pequeño experimento

Primero

Intenta encontrar el patrón diferente en la siguiente figura

¿Te resulto fácil, verdad?

Segundo

Intenta encontrar el patrón diferente en esta nueva figura:

Seguramente te llevó algo más de tiempo que en el primer intento

Tercero

Hubiera sido más facil si te hubieran dicho que solo debías mirar a las barras negras

¿Por qué te habría sido mucho más fácil? Debido a que tu mente sabía a donde tenía que dirigir la atención, sobre que enfocar la atención.

Es importantísimo hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué importancia tiene la atención en el aprendizaje y en la experiencia mística directa?

Como observador que eres, el lugar en donde tengas focalizada tu ATENCIÓN será decisivo en tus experiencias, sean del tipo que sean. Este enfoque te permitirá ver algunas cosas y te ocultará otras.

Ahora bien, ¿decides voluntariamente a dónde enfocas tu atención? ¿crees que determinas con libertad a dónde diriges tu energía psíquica?

La atención del ser humano es dirigida de manera inconsciente por factores genéticos, convenciones sociales culturales, creencias religiosas, así como por hábitos aprendidos en la niñez.

Como consecuencia, la mayor parte de las cosas que experimentas en tu vida han sido programadas y determinadas para ti, aunque creas experimentarlas de manera libre.

Durante tu existencia, tu experiencia seguirá el guión escrito por la biología y la cultura. La única forma de recuperar el dominio de tu propia vida y del destino es aprender a dirigir la atención, el flujo de tu energía psíquica, hacia el momento presente de manera consciente.

Sólo puedes percibir aquello que tu ATENCIÓN te permite ver o percibir. Lo demás, te pasará inadvertido. Esto quiere decir que NO percibes la existencia en su totalidad, sino por el contrario apenas un fragmento de la realidad.

Esto es algo que los maestros de la magia y del ilusionismo conocen a la perfección: la misdirection, o como distraer la atención del espectador.

La misdirection es el arte de atraer la atención de las personas hacia un lugar en particular, siendo normalmente un punto sin importancia con respecto a la idea central que se desarrolla, la cual contiene algún punto secreto que el ilusionista quiere que pase inadvertido a los ojos del público. Se distrae la atención del observador para hacer invisible algún movimiento, para que no sea percibido. Y sin embargo el movimiento invisible es sumamente sencillo y evidente…pero el espectador no puede verlo porque le han robado su atención.

La misdirection es un concepto importante en la magia, ya que de ella depende que las personas no descubran la forma en que se hacen los trucos de magia.

La misdirection se puede ver en todos los aspectos de la vida. En la política y en la guerra es el arte del engaño. En un combate de boxeo es la finta que esconde el punch del K.O.

En el desarrollo espiritual y en el aprendizaje de las verdades cósmicas al estudiante le sucede lo mismo que al espectador de un espectáculo de ilusionismo o magia. Es manipulado por la misdirection de maya. Solo ve lo que el sistema de ilusiones, matrix, quiere que vea.

El estudiante de las verdades espirituales busca con ardor, creyendo estar más cerca de encontrar la llave maestra con cada paso que da. Pero la situación es muy diferente, debido a “la dispersión de su atención”, lo que da como resultado un auténtico laberinto mental de donde es muy difícil salir.

Sin embargo, la solución a cualquiera de tus problemas está frente a ti, pero NO puedes verla, sencillamente, porque tu ATENCIÓN no te lo permite. Tu atención está distraída, dispersa y enfocada hacia cosas que te impiden ver lo sencillo y evidente.

Cuántas soluciones, cuántas claves están delante de tus ojos y no eres capaz de verlas. Las grandes verdades son sencillas y tu atención distorsionada te impide verlas…

Solo si decides de manera consciente y voluntaria lo que quieres percibir y te propones firmemente ir más allá de lo aparente, conseguirás una mayor eficacia en el uso de tu ATENCIÓN.

No permitas que te roben la atención.