La atención (concentración) es la llave maestra que nos permite alcanzar un grado de vigilia (despertar) suficiente como para desarrollar estados de consciencia controlados. La atención dirige nuestra mente y por lo tanto nuestros pensamientos en una dirección concreta, determinando la manera en que nuestra energía psíquica fluye y actúa, y por lo tanto nuestra existencia.

La mayoría de las personas tienen problemas para generar atención de manera voluntaria y autónoma. Es un hecho que un acontecimiento novedoso captura nuestra atención, pero no de manera voluntaria. Si somos capaces de concentrar nuestra atención de manera voluntaria en las tareas simples y cotidianas de la vida, entonces por un efecto sinergístico podemos convertirlas en acontecimientos novedosos, y de esta forma vivir una existencia más plena y apasionante.

Si una persona no tiene enfocada su atención en el presente, es decir en las coordenadas del espacio y del tiempo, del aquí y del ahora de cada situación, entonces vive en un estado de sueño hipnótico ya que la única realidad existente en este plano de existencia es el momento presente. Pasado y futuro no tienen existencia real en el aquí y en el ahora. Por tal motivo, el ser humano vive dormido experimentando una existencia ilusoria: el sueño de maya.

Publicado originalmente el 6/372017 en el blog de jesuscediel.com