La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que honra al sirviente y se olvida del regalo

                                                                                             Albert Einstein

 

SUSANA: Maestro, tenemos muy en cuenta las palabras y poco la calidez de la intuición, en donde reside la real sabiduría.

 

MAESTRO:  La intuición y la razón no son antagónicas. En manos de una mente iluminada por la luz del espíritu una no contradice a la otra, pues la verdad es una. No obstante, es cierto que la intuición o conocimiento directo reside en un plano vibratorio más sutil que la razón o pensamiento analítico. Sin duda, el desarrollo de una intuición fiable marca un antes y un después en el sendero del estudiante.

 

SUSANA: Por eso aludo a la calidez de la intuición…pues se percibe en la enseñanza de alguien que trasmite desde la intuición.

 

MAESTRO: Solo puede percibir a aquel que transmite desde la intuición, quien también la ha desarrollado en cierto grado.

 ¿Quién de vosotros confía en su intuición o conocimiento directo de las cosas? Confiar significa que sabes con seguridad que funciona. ¿Alguien se atreve a responder?

 

SUSANA: Yo considero que en este momento confío mucho más en mi intuición. Como con todo estoy en un proceso de aprendizaje. Pero si veo una clara diferencia.

 

MAESTRO: ¿Y cómo llegas a esa confianza? Solo hay un camino…

 

SANTIAGO: Maestro, ¿Solo un camino? ¡Que limitado!

 

MAESTRO: Solo hay un camino para estar seguro de que tu intuición es correcta. Hay varias sendas para desarrollarla.

 

SUSANA: Se habla de estados superiores de consciencia, de iluminación. Supongo que cuando llegas a ese estado no te cabe ninguna duda. Pero creo o sospecho que ninguno de nosotros ha llegado todavía allí, aunque estemos en ese camino.

 

MAESTRO: La pregunta es muy concreta y más simple. Pero vital. ¿Cómo llegas a tener confianza y seguridad en tus intuiciones?

 

SUSANA: Pues muy simple… Vas confiando cada vez más cuando compruebas que nunca te falla.

 

MAESTRO: Correcto. Ese es el camino. Sencillo como todas las grandes verdades. Pero dificil de llevar a la práctica debido a la dispersión e inconstancia del estudiante.

 

SUSANA: Simple, sencillo y difícil de llevar a la práctica… Así de fácil y lo complicado que nos resulta. Cada vez somos un poquito más conscientes, es el camino del desarrollo de la consciencia. Ahora bien, yo no conozco a nadie que haya llegado a ese estado.

 

MAESTRO: ¿Y cómo sabrías que lo tienes delante?

 

SUSANA: Posiblemente por que tendría una gran humildad  y comprensión y sus ojos transmitirán paz y niñez. Sonrisa sincera y muchas otras cosas más.

 

MAESTRO: ¿Y si fueran ideas preconcebidas de cómo tiene que ser? Entonces eso haría que no pudieras verlo.

 

SUSANA: Son las cualidades supuestas para un iluminado…

 

MAESTRO: Bien dices, supuestas. ¿lo sabes o lo crees? Saber no es lo mismo que creer.

 

VICTOR: Simplemente son las cualidades que considero buenas o bonitas y adecuadas.

 

MAESTRO: Lo que no se sabe con certeza, es creencia. Las ideas preconcebidas, evitan que el rayo luminoso de la intuición entre en tu pensamiento. Un koan zen dice que hay primero que vaciar el vaso (los prejuicios de la mente) antes de que la luz de la sabiduría pueda ser vertida en el.

Observar hasta que punto el ser humano vive en la ilusión y en el prejuicio que a lo largo de la historia de la humanidad reciente documentada NADIE HA PODIDO VER A ESE SER ILUMINADO VIVO. Eso sí, hay millones de testimonios corroborando seres iluminados en el pasado que ya no viven.

¿Y sabeis por qué? No porque no existan seres de gran luz en la actualidad. Sino,sencillamente, porque el ser humano en su actual estado evolutivo, inmerso en el sueño sonambúlico, es INCAPAZ DE PODER PERCIBIR UN SER ILUMINADO VIVIENTE AUNQUE LO TUVIERA DELANTE DE SUS OJOS.  Y todo es como consecuencia de las ideas preconcebidas que tiene de cómo es o debería ser.

Cuando estas dentro de la caja no se puede ver lo que hay fuera de ella.

 

SUSANA: ¿Pero entonces cómo puedes saber si estas ante un maestro?

 

MAESTRO: Recuerda lo siguiente, no lo olvides jamás. Un ser inteligente puede hacerse pasar por tonto a los ojos de otros tontos; pero un tonto no puede hacerse pasar por inteligente. De igual manera un ser iluminado o consciente puede hacerse pasar por dormido o falto de consciencia; pero no al revés.

De hecho, los maestros son invisibles a los ojos de sus alumnos. Solo se muestran ante ellos cuando lo desean